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BlackRock, un gigante sin grietas (Publicado en Infobae, 1/07/2020)

02.07.2020 - Economía Y Finanzas

Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, tres importantes ejecutivos de Goldman Sachs se convirtieron en secretarios del Tesoro de los Estados Unidos. Entre 1995 y 1999, durante la presidencia de Bill Clinton, Robert Rubin ocupó el sillón principal de las imponentes oficinas de la avenida Pennsylvania. En el segundo mandato presidencial del republicano George W. Bush, Hank Paulson se desempeñó como titular del Tesoro entre julio de 2006 y enero de 2009, momento de desembarco de Barack Obama en la Casa Blanca.

Steven Mnuchin, actual secretario del Tesoro desde febrero de 2017, desarrolló la parte más importante de su carrera profesional en Goldman Sachs a lo largo de 17 años, y se retiró como vicepresidente ejecutivo senior de la firma en 2002.

Larry Fink es el presidente y director ejecutivo de BlackRock desde 1992. La firma global con sede en Nueva York es en la actualidad la administradora de activos financieros y deuda soberana más grande del mundo, con un portafolio de inversiones que ronda los 7 billones de dólares.

A fines de marzo la Reserva Federal de los Estados Unidos alcanzó un acuerdo con BlackRock para administrar operaciones de compras de bonos por miles de millones de dólares, contrato que despertó fuertes críticas en diversos ámbitos políticos del país pero que, hasta el momento, no inmutó a ningún agente regulador.

A sus 67 años Fink mantiene su confianza en los negocios globales en medio de la pandemia. Así lo dijo en una comunicación institucional reciente. “Debido a la naturaleza de la crisis y su capacidad para alcanzarnos a todos, solo saldremos reforzados como seres humanos en la medida que enfrentemos juntos a este virus. Para vencer esta crisis necesitamos una respuesta que traspase las líneas partidistas y las fronteras nacionales”. Nada diferente a la proclama dialéctica de un líder político.

Un dream team de ex funcionarios

BlackRock reúne en su directorio y en su management a notables dirigentes políticos que alcanzaron importantes puestos en administraciones demócratas y republicanas. Las finanzas globales son una vacuna efectiva contra las grietas políticas.

Thomas Donilon es actualmente el Chairman del Blackrock Investment Institute, o sea el mayor asesor en materia de estrategia geopolítica de Larry Fink. Había sido nada menos que el Asesor de Seguridad Nacional de Obama entre octubre de 2010 y junio de 2013. En tal carácter se entrevistó personalmente con los principales líderes mundiales, incluidos Xi Jinping, Vladimir Putin, el Rey Abdullah de Arabia Saudita y el Premier de Israel, Netanyahu.

Anteriormente fue jefe de asesores de Warren Christopher, el primer secretario de Estado de Bill Clinton entre 1993 y 1996. En 2016, Obama lo designó al frente de la Comisión sobre Ciberseguridad de su gobierno.

Toda su carrera política la desarrolló en posiciones avaladas por Joe Biden. De hecho, está casado con Catherine M. Russell, quien se desempeñó como jefa de asesores de la Segunda Dama Jill Biden, durante la gestión de Joe en la vicepresidencia de la Nación.

Terrence Donilon, hermano de Thomas, es el secretario de Comunicaciones y Asuntos Públicos de la Arquidiócesis de Boston, a cuyo frente está el Cardenal Sean Patrick O’Malley, rival de Jorge Bergoglio en 2013 por la jefatura del Vaticano.

Por su parte Mike Donilon, el otro hermano de Thomas, está muy vinculado a al futuro rival de Donald Trump en noviembre, a quien asesora en cuestiones de estrategias políticas desde hace más de dos décadas.

En agosto de 2019 Obama designó a Adewale “Wally” Adeyemo como presidente de la fundación que lleva su nombre. Descendiente de nigerianos y egresado de las universidades de Berkeley y Yale, Adelemo es senior advisor de BlackRock.

Durante la gestión del ex mandatario demócrata, Adeyemo se desempeñó como asesor adjunto de Seguridad Nacional para Economía Internacional y como subdirector del Consejo Nacional Económico.

Por su parte la integrante del directorio de BlackRock, Cheryl Mills, está estrechamente vinculada a Hillary Clinton a quien acompañó como jefa de asesores durante su gestión al frente del Departamento de Estado

El área legal de BlackRock está a cargo de Christopher Meade. En el año 2013 cuando Jacob Lew estaba al frente del Departamento del Tesoro, Meade fue el principal consejero legal del organismo. Previamente había sido uno de los secretarios del progresista juez de la Corte Suprema, John Paul Stevens.

La vasta influencia de BlackRock también llega hasta Europa. Su vicepresidente, Philipp Hildebrand, llegó a la firma tras haber sido director del Banco Central de Suiza. En tanto que George Osborne el ex ministro de Economía del premier conservador británico David Cameron, es asesor senior de BlackRock.

Hasta hace pocas semanas el abogado alemán Friedrich Merz, uno de los principales dirigentes de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) que estaba al frente de la filial germana de BlackRock, renunció a su cargo para competir por el sillón que ocupa la canciller Angela Merkel.

Mientras tanto BlackRock se expande y aumenta su participación en importantes firmas globales. En España, detenta el 6,3% de BBVA y el 5,9% de Santander, las dos entidades de mayor capitalización bursátil de España. En las últimas semanas, además, pasó a controlar un 4,3% de los derechos de voto sobre Bankia, otra importante entidad financiera ibérica. Días atrás BlackRock acaba de declarar una tenencia del 5,1% en el poderoso holding siderúrgico ArcelorMittal cuya casa matriz está en Luxemburgo.

A mediados de abril de este año la Comisión Europea le otorgó un millonario negocio a BlackRock. El contrato tiene como fin proporcionar información dirigida a integrar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en los procesos de gestión de riesgos de los bancos de la UE.

¿Conflictos de interés geopolíticos con China?

En la última asamblea de accionistas del gigante financiero presidido por Larry Flink, una pregunta despertó sospechas en muchos inversores. ¿BlackRock tiene como clientes a líderes del Partido Comunista Chino (PCCh)? Y en tal caso, ¿tener tales clientes no se transformaría en un conflicto de intereses a la hora de recomendar inversiones en China?

En este sentido, el director del Consejo Económico Nacional, Lawrence Kudlow, y el asesor de Seguridad Nacional del Presidente, Robert O’Brien, advirtieron hace poco tiempo sobre la importancia de la actividad que deben ejercer los organismos regulatorios norteamericanos en la supervisión de las operaciones financieras que empresas chinas realizan en su territorio.

Las afirmaciones del Partido Comunista Chino de que las finanzas corporativas y otros datos similares son “secretos de estado” solo plantean más preguntas sobre la conveniencia de dar a sus corporaciones una aprobación para cumplir con los mismos estándares legales y reglamentarios que las empresas estadounidenses registradas deben cumplir.

Los escándalos que involucraron a compañías chinas en los últimos años tuvieron un costo millonario. Además, el gobierno chino actualmente impide que las empresas con operaciones chinas que cotizan en bolsas estadounidenses cumplan con la ley de valores aplicable, dejando a los inversores sin el beneficio de importantes protecciones.

Semanas atrás 51 ex funcionarios gubernamentales norteamericanos de alto rango enviaron una carta abierta a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y a la Junta de Supervisión de Contabilidad de Empresas Públicas (PCAOB) en la que denuncia el "trato preferencial" que estarían recibiendo numerosas compañías registradas en Estados Unidos.

No sería extraño entonces que ante un cambio de color político en las elecciones de noviembre próximo, algunos de los flamantes ex funcionarios de la administración Trump se sumen a las filas de BlackRock. Resta saber también si ante un eventual triunfo de Joe Biden la Secretaría del Tesoro podría ser ocupada por el actual presidente y director ejecutivo de BlackRock.


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