English | Español

Recuerdos del futuro

25.09.2017 - Cultura

Durante tres días de primavera florecieron en el barrio de Palermo las ideas de pensadores que venían del otoño del hemisferio norte. Con entrada gratuita, organizadas por el Ministerio de Cultura de la Nación, se desarrollaron una docena de conferencias magistrales bajo la coordinación del secretario de Integración y Cooperación Internacional, Iván Petrella.

En la convocatoria  -“Ideas 2017 Pensemos juntos el futuro”-  se analizaron los conceptos de Memoria y Olvido en el mundo de hoy, a través de la mirada de pensadores de primer nivel internacional. La filosofía, la neurociencia, el arte y las nuevas tecnologías fueron abordadas desde una perspectiva transversal a las distintas esferas del conocimiento.

La figura y la obra de Jorge Luis Borges fueron una presencia constante en el barrio de Palermo donde tuvieron lugar las conferencias. “Amamos lo que no conocemos, lo ya perdido. El barrio que fue las orillas… Las cambiantes formas de la memoria, que está hecha de olvido”. Una síntesis poética del más grande escritor argentino.

Pero no sólo el género ensayístico y la poesía son la fuente descriptiva de la existencia humana. Los conceptos de verdad, memoria e historia pueden (y deben) ser abordados a partir de un enfoque multidisciplinario. En este sentido, el escritor inglés Julian Barnes agrega que “la ficción es una forma de contar la verdad. La novela descubre más verdades que los ensayos, documentales de televisión y todo tipo de trabajos basados en hechos”.

En su novela “El sentido de un final” (Premio Booker 2011), Barnes sostiene que "la historia es la certeza obtenida en el punto en que las imperfecciones de la memoria topan con las deficiencias de documentación"

Por su parte, el antropólogo francés Marc Auge, afirma que” lo que se olvida va dibujando las formas de lo que se recuerda. Es como un trabajo de escultura. Lo que queda no es un recuerdo, simplemente, sino un recuerdo trabajado por el olvido”

Ian McEwan, notable escritor inglés en cuyas novelas se abordan numerosas cuestiones científicas, considera que, aunque sean un homenaje a los libros, hay algo casi antiliterario en los cuentos de Borges, pues parecen querer decir: todo es una mentira y la única verdad consiste en examinar la mentira misma.

Ya lo había sentenciado Aristóteles; no basta decir solamente la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad.

 

BERNARD HENRI LEVY

Este filósofo francés nacido en Argelia en 1948, tuvo como profesores en la Escuela Normal Superior de Paris a Jacques Derrida y Louis Althusser. Es uno de los fundadores de la corriente llamada los “Nuevos filósofos” junto a André Glucksmann y Alain Fienkielkraut, críticos de la izquierda dogmática surgida del Mayo Francés del 68. Ferviente defensor del maoísmo en su juventud, en su presentación en Buenos Aires, Levy dijo que la lectura del Archipiélago Gulag de Alexander Solzhenitsin a mediados de la década del ´70, promovió su giro ideológico hacia una visión socialdemócrata. Hoy subraya que la izquierda se derechizó, y recordando el ascenso al poder de Adolf Hitler, afirma que el pueblo también puede equivocarse.

Junto a la ex ministra y escritora Françoise Giraud publicaron en 1993 un excelente ensayo dialogado, “Hombres y Mujeres”. Su comienzo es una invitación a su lectura:

F.G.: ¿Le gustan las mujeres, Bernard?

B.H.L.: ¿Y a usted Françoise, ¿le gustan los hombres?

F.G.: Los adoro, con sus grandes pies y sus pequeñas cobardías...

B-H.L.: Y yo también a ellas, con sus grandes ideales y sus encantadoras comedias.

En el año 2015, su hermana menor Veronique se convirtió a la religión católica causando sorpresa en la comunidad judía francesa de la que Bernard es uno de los máximos representantes académicos. «En la vida de Véronique ha habido una lucha cuerpo a cuerpo con el mal, lucha que alcanzó su cima justo antes de su conversión; también ha habido gracia y redención. Se ha convertido en otra. Ha rehecho su alma. Este tipo de aventura espiritual toca al ser en todas sus dimensiones, de arriba abajo», señaló Bernard Henri.

Sobre cuestiones políticas, el filósofo de 68 años, dejó varias definiciones en su paso por Buenos Aires.

“Pienso que la memoria colectiva puede ser un instrumento de poder, una herramienta en manos de dictadores, es cierto, o de asesinos; pero también puede ser una herramienta preciosa en manos de los pueblos libres, o en manos de los insumisos. Funciona en los dos sentidos. Hay una memoria de la tiranía, y hay una memoria de la lucha contra la tiranía.”

Levy ha sido un agudo crítico de los populismos de izquierda y de derecha. Como afirmaba Mario Bunge en su defenestración de Hegel (el filósofo preferido de la expresidenta Cristina Kirchner): A la izquierda de Hegel, el marxismo y a su derecha, el nazismo.

Dice el filósofo francés: “Según el populismo (primer teorema), el pueblo sabe lo que quiere. Y, cuando quiere algo (segundo teorema), siempre tiene razón. Falta (postulado) que realmente sea él quien lo quiere. Falta también (corolario) que nada obstaculice esa legítima pretensión.

¿El populismo? La enfermedad senil de las democracias. Decimos . Y es el nombre, finalmente único, de la reacción de las democracias al pánico que les gana y a la desbandada que las amenaza.

Sálvese quien pueda: la última palabra de los populistas.”

 

AZAR NAFISI

La escritora iraní Azar Nafisi, autora de “Leer Lolita en Teherán”, un best seller que estuvo durante casi dos años en la lista de libros más vendidos del New York Times y que fue traducido a 32 idiomas, realizó una apología de la literatura en general y de su amor por los libros en particular.

Después de la revolución iraní que derrocara al Sha Reza Pahlevi en 1979 con el posterior ascenso al poder del Ayatollah Jomeini, Nafisi comenzó una serie de protestas a causa de las restrictivas normas impuestas a las mujeres por los nuevos dirigentes de su país que instauraron el régimen teocrático de gobierno.

En 1995 declaró que ya no podía enseñar Literatura Inglesa sin la libertad mínima indispensable por las presiones de las autoridades académicas, de modo que dejó su puesto en la universidad. Fue entonces cuando invitó a siete de sus alumnas mujeres a asistir a reuniones periódicas en su casa, cada jueves por la mañana. Allí estudiaban obras literarias, incluidas algunas consideradas polémicas por la sociedad iraní postrevolucionaria, como Lolita y Madame Bovary. También les hablaba de novelas de F. Scott Fitzgerald, Henry James y Jane Austen, intentando entenderlas e interpretarlas desde un punto de vista iraní moderno.

Destaca la importancia de la cultura y de los pensadores en los asuntos públicos. "El mundo hoy está sumido en una crisis y la crisis puede ser buena y mala. Puede ayudar a reflexionar sobre los errores. El aspecto negativo es que la confusión puede crear pánico. Y eso me da miedo. Por eso los que no somos políticos debemos ser las voces de la razón... Has de leer sobre la historia, la cultura, has de leer a los poetas, conocer su comida, escuchar su música y quizás puedas acercarte a la realidad".

 

DAVID RIEFF

Otro destacado expositor fue el Historiador y escritor norteamericano egresado de la Universidad de Princeton, David Rieff (hijo de Susan Sontag). En coincidencia con la publicación de su último libro, “Elogio del olvido” (una continuación de la temática abordada en su ensayo “Contra la memoria”, editado en 2012). Fue corresponsal en la guerra de los Balcanes en los años 90. Una “masacre avivada por la memoria colectiva o, más concretamente, por la incapacidad para olvidar”, afirma.

Rieff discurrió sobre la idea que la memoria es un deber moral, nutrido de justicia y reparación. Pero advirtió que si el olvido puede ser una injusticia con el pasado, un exceso de memoria puede ser una injusticia con el presente.

Sostiene con vehemencia que no hay memoria colectiva. “No existe o más precisamente es una metáfora. Cada persona tiene sus memorias individuales, nada más, nada menos. El resto es gesto político, o profesión de fe, o acto de solidaridad, etc. Hay casos en los cuales estos gestos son muy valientes, pero hablar del recuerdo en este contexto es una mistificación”.

Con relación a los efectos de los juicios históricos en países con conflictos de larga data, afirma defender “el derecho a olvidar, y que no existe ningún obstáculo moral para ello. No intento, aunque pueda parecer lo contrario, poner del revés el famoso aforismo de Santayana, lo de que . Creo, al contrario, que hay situaciones en las cuales es mejor recordar, como por ejemplo en la Sudáfrica posterior al apartheid. Pero en otros casos, como en la crisis de los Balcanes, o en el conflicto entre Israel y Palestina, el olvido serviría mejor a los intereses de la paz."

El evento de tres días de duración tuvo una amplia concurrencia y sus participantes brindaron entrevistas a numerosos medios de prensa. Solo el diario Página/12 confundió información con opinión;el gran vicio de los medios de comunicación sobre el que brillantemente escribiera Jean François Revel en su monumental ensayo "El conocimiento inútil", publicado en 1988.


« Volver