La Segunda Guerra Mundial finalizó, seis años y un día después de haber comenzado, el 2 de septiembre de 1945 cuando los representantes del gobierno de Japón firmaron la rendición incondicional ante el General Douglas MacArthur. Pocos días antes, el 6 y el 9 de agosto, Estados Unidos había lanzado las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, en los mismos momentos en que la Unión Soviética formalizaba su declaración de guerra contra el imperio japonés.
Por su parte, el régimen nazi firmó la capitulación el 7 de mayo de 1945 (Hitler se había suicidado el 30 de abril) en un documento cuyo primer punto expresaba: "Nosotros, los abajo firmantes, en nombre del Alto Mando alemán, entregamos por el presente instrumento, sin condiciones al Mando Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas y, al mismo tiempo, al Alto Mando Soviético todas las fuerzas terrestres, navales y aéreas que hasta el presente estaban bajo control alemán".
Pero la paz entre las fuerzas victoriosas duraría pocos meses. El 5 de marzo de 1946, Winston Churchill anunciaba el inicio de la llamada Guerra Fría a través del discurso que pronunció en el Westminster College del estado de Missouri: "Desde Stettin, en el Báltico, hasta Trieste, en el Adriático, ha descendido una cortina de hierro a través del continente. Detrás de esa línea yacen todas las capitales de los antiguos países de Europa central y oriental: Varsovia, Berlín, Praga, Viena, Budapest, Belgrado, Bucarest y Sofía. Todas estas famosas ciudades y sus zonas aledañas están en lo que debo denominar la esfera soviética".
Es en este contexto, sumado a los ensayos nucleares de la Unión Soviética y al ascenso al poder de Mao Tse Tung en la flamante República Popular de China, es donde irrumpe en Estados Unidos la figura del senador republicano por Wisconsin Joseph Raymond McCarthy.
Tras realizar una discreta función como juez y con una carrera militar durante la guerra con condecoraciones oficiales que resultaran falsas, McCarthy aprovechó la llamada caza de brujas que había comenzado a desarrollar el Comité Permanente de Actividades Antiestadounidenses (HUAC) que funcionaba en el Parlamento desde 1945.
Electo senador en 1947, McCarthy se convirtió en el abanderado de la lucha anticomunista en su país, comenzando su raid en un ámbito de fuerte impacto mediático:la industria cinematográfica de Hollywood. En un principio, el comité investigador apuntó contra medio centenar de personas sospechosas de "simpatías rojas", quienes en su testimonio parlamentario terminaron denunciaron a varias más.
De estrecha relación con el director del FBI, Edgar J. Hoover, quien le facilitaba información confidencial sobre numerosas personalidades sospechadas de simpatías con el comunismo soviético, McCarthy logró llevar como asesores de la comisión a dos personas que se convertirían en actores principales de la escena política norteamericana, Robert Kennedy y Richard Nixon.
El propio Bertolt Brecht sufrió en carne propia las acusaciones que, a pesar de negarlas en su testimonio oficial ante el Senado pronunciado en octubre de 1947, lo obligaron a abandonar Estados Unidos rumbo a Europa, donde finalmente obtuvo la nacionalidad austríaca en 1950.
No conforme con los ataques contra figuras importantes de la cultura (Arthur Miller publicó "Las Brujas de Salem" por esos días), McCarthy emprendió su ataque contra el mismísimoDepartamento de Estado denunciando que estaba infiltrado por importantes apologistas del comunismo ruso.
Pero las acusaciones políticas de McCarthy no tenían su correlato en los tribunales federales y su caída en desgracia se dio con la llegada de Dwight Eisenhower a la Casa Blanca en las elecciones de 1953, quien, por esas paradojas de la política, llevó como vicepresidente a Richard Nixon, antiguo colaborador del senador ultraconservador.
El mismo Ronald Reagan, figura conocida de Hollywood junto a Gary Cooper, habían apoyado en un principio las investigaciones de McCarthy, que tuvieron en Humphrey Bogart, Katharine Hepburn, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Gene Kelly, John Huston, Orson Welles, Frank Sinatra y Charles Chaplin a sus más fervientes críticos.
Eisenhower comenzó a recibir quejas y presiones cada vez más fuertes de importantes personalidades de las fuerzas armadas, especialmente del ejército, último target de McCarthy en su frenética caza de comunistas.
Finalmente, fue el propio Senado el que llevó adelante una moción de censura en su contra. Su ocaso político coincidió con el agravamiento de su alcoholismo, que lo llevó a la muerte en 1957.
Fue el presidente Harry Truman en 1959 quien terminó por sepultar definitivamente las actividades del tristemente "Macartismo" cuando sentenció que "el Comité de Actividades Antiestadounidenses es lo más antiestadounidense que tenemos en la Nación".
Pero las campanas de esos años oscuros de la democracia norteamericana tal vez hayan vuelto a sonar el 17 de mayo de 2017, cuando el Departamento de Justicia designó aRobert Mueller como Fiscal Especial para llevar adelante la investigación sobre "cualquier vínculo y / o coordinación entre el gobierno ruso y personas asociadas con la campaña del presidente Donald Trump, y cualquier asunto que haya surgido o pueda surgir directamente de la investigación".
Tal vez falta poco tiempo para saber si Karl Marx estaba en lo cierto cuando afirmó que "la historia se repite dos veces. La primera como tragedia, la segunda como farsa".